Siguiendo el ejemplo de otro fabricante de coches deportivos inglés, Jaguar —que presentó su E-type Zero, Aston Martin ha presentado un plan para reconvertir sus modelos clásicos en automóviles eléctricos. El fabricante británico ha desarrollado el sistema ‘cassette’, mediante el cual los vehículos que usen motores de combustión pueden incorporar un tren motriz eléctrico.

Este proyecto, denominado Heritage electrification concept, ha sido planteado por el fabricante inglés a partir de los conocimientos técnicos del programa Rapide E, una tecnología que incorpora dos motores eléctricos sobre el eje propulsor trasero. El sistema se pondrá en funcionamiento para «mitigar futuras legislaciones que restrinjan el uso de los modelos clásicos».

El primer automóvil de la firma británica de lujo que incorpora el tren motriz eléctrico es, nada menos que el mítico Aston Martin DB6 MkII Volante de 1970, fabricado originalmente en la factoría de Newport Pagnell en Milton Keynes (Reino Unido). Estas instalaciones son las mismas en las que se encuentra Aston Martin Works, donde se ha gestado el programa Rapide E. En 2019 la firma comenzará a realizar conversiones a los coches cuyos clientes se lo soliciten.

El fabricante británico ha desarrollado el sistema ‘cassette’, mediante el cual los vehículos que usen motores de combustión pueden incorporar dos motores eléctricos en el eje de propulsión posterior. Dicho Cassette incluye la gestión de potencia y almacenamiento eléctrico y se inserta en el vano del motor original, utilizando los soportes de la caja de cambios de la que se prescinde. El suministro de energía se realiza a través de una pantalla alojada en el salpicadero.

En cualquier caso, la conversión puede ser reversible y si un propietario que ha decidido transformar su Aston Martin clásico de combustión en uno eléctrico y se arrepiente, el tren motriz original podría ser reinstalado.

Andy Palmer, presidente de Aston Martin Lagonda, ha explicado que «somos muy conscientes de las presiones sociales y medioambientales que amenazan con restringir el uso de clásicos en los próximos años. Nuestro plan no solo trata sobre nuestros nuevos y futuros modelos, también protege nuestra preciada herencia».