Sin duda estamos en tiempos de movilidad eléctrica. Y aunque muchos seguimos defendiendo la tracción humana para el transporte en bicicleta, en las calles de nuestras ciudades cada vez se prodigan más las bicicletas eléctricas. Sus ventajas son innumerables, dado que evitamos los atascos, problemas de aparcamiento y permite desplazarnos con agilidad y seguridad —sobretodo si nuestra ciudad tiene con una orografía complicada— y una autonomía suficiente para trayectos cortos. Su único problema, aunque cada vez hay más oferta disponible, es el coste de adquisición.

Pero ya existen alternativas para todos aquellos a los que no les llega el presupuesto o quieren seguir disfrutando de tu bicicleta convencional. Gracias al el kit Revos, podemos convertir cualquier bicicleta en eléctrica en pocos minutos. Este dispositivo creado por la firma de Bristol Revolutionworks es fácilmente adaptable a la mayoría de las bicis. Es además ligero y compacto (2,7 kg), y se instala en pocos minutos con un par de herramientas.

Está formado por tres elementos. Unidad de accionamiento, que se acopla en la estructura del cuadro, entre el sillín y la rueda trasera. La batería que suministra energía a la unidad, accionando un rodillo que gira contra el neumático trasero, asistiendo al pedaleo hasta un límite de velocidad de 25 km/h. Y por último un sensor magnético de asistencia al pedaleo que hace que el sistema se desconecte cuando el usuario deje de pedalear.

Revos está disponible en dos configuraciones, dependiendo del tamaño de la batería. El primero de 100 Wh, con una autonomía de 20 km, 552€, y un segundo modelo de 200 Wh con una autonomía de unos 40 km y 663€.

> Más información en la web de Revolutionworks