La cuota de mercado de vehículos eléctricos en España fue del 4,8 % en 2020, lo que coloca al país muy por debajo de la media de la Unión Europea, que se situó en el 10,5 %, según datos de un informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
No obstante, el estudio, que muestra el progreso de la transición del sector automovilístico hacia la movilidad de emisiones cero, también revela que el impacto de los automóviles híbridos no enchufables en España, del 16,1 %, está por encima del 11,5 % de la media europea.
Dentro de los coches eléctricos, los vehículos con batería supusieron el 2,1 % del mercado automovilístico en España, por el 2,7 % de los híbridos enchufables.
En general, en 2020, los tipos de combustible convencionales (gasolina y diésel combinados), siguieron dominando las ventas de coches de la UE en términos de cuota de mercado (75,5 %), por lo que casi una cuarta parte de todos los coches vendidos fueron de propulsión alternativa.
El porcentaje de coches de carga eléctrica en el total de las matriculaciones nuevas en la UE se triplicó, con un crecimiento de 7,5 puntos porcentuales, del 3 % de 2019 al 10,5 % del año pasado.
De ellos, los coches de batería representaron el 5,4 %, mientras que los híbridos enchufables aportaron el 5,1 % del total de nuevos vehículos.
En términos absolutos, la demanda de vehículos eléctricos ha aumentado en casi un millón de unidades en siete años, alcanzando en 2020 1.045.082 unidades.
Por otro lado, la cuota de vehículos híbridos no enchufables se dobló en 2020 (6,2 puntos porcentuales más) pasando del 5,7 % de 2019 al 11,9 % del año pasado.
En cuanto a los combustibles tradicionales, la demanda de coches de gasolina se redujo a 4,7 millones de unidades en 2020, tras alcanzar los 7,5 millones en 2019, lo que supone solo 539.709 unidades más que en 2014.
Asimismo, el número de coches diésel vendidos se redujo en casi 2,6 millones de unidades durante el mismo periodo.
Falta de infraestructuras
En un comunicado, ACEA señaló que más de uno de cada diez coches matriculados en la UE fue de carga eléctrica, lo que consideró una «tendencia positiva», aunque avisó de que «solo puede mantenerse si los gobiernos empiezan a invertir en infraestructuras de recarga y ponen en marcha incentivos significativos y sostenibles».
El informe señala que aunque ha habido un «fuerte crecimiento» del despliegue de infraestructura de recarga, el número total de puntos de recarga disponibles en toda la UE, que se sitúa en las 224.237 estaciones, «está muy por debajo de lo necesario».
España, en concreto, posee 7.407 puntos de carga, lo que supone el 3,3 % del total de la Unión Europea, lo cual la coloca muy por debajo de los países que concentran la mayor parte, el 70 %, de las estaciones: Países Bajos, con 66.665 puntos (el 29,7 % del total de la UE); Francia, con 45.751 (20,4 %); y Alemania, con 44.538 estaciones de recarga (19,9 %).
Por cada 100 kilómetros, España posee 1,6 estaciones, muy por debajo de las 47,5 de Países Bajos , los 34,5 puntos de Luxemburgo, los 19,4 de Alemania y los 14,9 de Portugal.
Según señalan los autores del estudio, basado en los cálculos de la Comisión Europea, una disminución de las emisiones de CO2 de los coches del 50 % en 2030 requeriría unos 6 millones de puntos de infraestructura pública, lo que necesitaría multiplicar por 27 las estaciones en menos de una década.