La llegada no regulada de los automóviles sin conductor podría aumentar el tráfico en las ciudades europeas en un 50% a 150% para 2050, según revela un nuevo estudio de Transport & Environment (T&E). Un aumento no regulado de los coches autónomos de combustión podría dar como resultado un incremento del 40% más de emisiones de CO2  hasta 2050, haciendo que los objetivos climáticos de Europa sean casi imposibles de alcanzar.

El estudio muestra que los coches 0 emisiones y sin conductor, incluso si se comparten activamente, no resolverían tampoco los problemas de congestión en las ciudades europeas. Esto se debe a que dichos vehículos serán económicos, creando un aumento en la demanda de viajes en automóvil llenando rápidamente cualquier espacio vial que pueda estar disponible. El viaje adicional en automóvil podría provenir de usuarios del transporte público, viajeros «activos» como los ciclistas o simplemente una mayor demanda general de viajes.

Según Yoann Le Petit, experta en movilidad de T&E, «la automatización, la electrificación y el intercambio son tres revoluciones que pueden transformar la forma en que nos movemos. Que esto sea algo bueno para el medio ambiente o para la habitabilidad de nuestras ciudades depende completamente de las decisiones que tomen los gobiernos. Si queremos una movilidad sostenible, debemos prohibir los automóviles sin conductor con motores de combustión y reducir gradualmente el espacio en la carretera para automóviles en nuestras ciudades. Necesitamos alcaldes en toda Europa para seguir adelante con esta cuarta revolución y reclamar las calles para sus habitentes».

Según muestra el infortme de T&E los vehículos autónomos no son  aún una realidad, pero los riesgos ya son evidentes. Las plataformas de transporte basadas en aplicaciones como Uber, que está probando servicios automáticos de vehículos, fomentan nuevos viajes y conducen a más kilómetros recorridos, aumentando las emisiones y empeorando la congestión. En un escenario en el que los automóviles Uber están automatizados, se espera que el costo de estos servicios disminuya drásticamente (quizás en más del 50%) y, como consecuencia, la demanda aumentará drásticamente. Si los autos Uber sin conductor tienen un ocupante (no compartido) y funcionan con motores de combustión (no eléctricos), estos nuevos servicios de movilidad aumentarán la contaminación del aire y potenciarán el cambio climático. 

«El modelo de negocios de compañías como Uber se basa en el rápido crecimiento y la automatización es una de las principales formas en que planean expandirse. Si esto aumenta las emisiones o la congestión no les preocupa realmente. Aún así, creemos que si se manejan bien, los servicios de transporte pueden desempeñar un papel en la reducción de la dependencia del automóvil y la mejora de la movilidad urbana. Pero esto requiere que los reguladores hagan su trabajo. Necesitamos políticas urgentes para garantizar que todos los vehículos, ya sean taxi o compartidos como Uber, que operan en las grandes ciudades tengan cero emisiones a más tardar en 2025, con incentivos para viajes compartidos y una reducción gradual en los espacios de estacionamiento disponibles para automóviles privados », afirma Le Petit.