El fabricante de autos eléctricos Tesla anunció este sábado que produjo más de 500.000 vehículos durante el 2020, un dato que supone un nuevo hito para la compañía pese a la pandemia, y del que su fundador, Elon Musk, dijo estar «muy orgulloso».
Las cifras fueron reveladas en un comunicado publicado por Tesla, en el que detallan que se produjeron exactamente 509.737 vehículos durante el año pasado, lo que supone un aumento de un 40 % desde 2019, mientras que se han vendido 499.550 de ellos en los últimos 12 meses, un 36 % más.
De ellos, 180.570 han sido entregados en el último cuarto de 2020, apunta el texto, lo que supone un nuevo récord para la empresa y supera las expectativas de Wall Street, que para el pasado jueves esperaban que se hubieran vendido unos 174.000 autos en ese periodo.
«¡Estoy muy orgulloso del equipo de Tesla por haber superado esta importante meta!», dijo en Twitter Musk, que dijo que al inicio de la existencia de la compañía, pensaba que, siendo optimista, tenía tan sólo un 10 % de probabilidad de supervivencia.
En concreto, en el último cuarto de 2020 Tesla ha entregado 161.650 unidades del Model 3 y Model Y y ha producido 163.660 de ellos, mientras que ha entregado 18.920 del Model S y del Model X y producido 16.097 de ellos.
Para el año completo, han entregado 442.511 del Model 3 y Model Y y producido 454.932 de ellos, mientras que ha vendido 57.039 del Model S y Model X y producido 54.805.
A lo largo de 2020, Tesla ha podido aumentar su producción y entrega de vehículos gracias a su nueva planta de Shanghai, a la vez que ha utilizado nuevos proveedores de celdas de batería para hacer unas baterías de mayor voltaje.
Tesla, el fabricante más valioso
En 11 meses en 2020, la capitalización bursátil de Tesla se multiplicó por cinco a pesar de la crisis causada por la pandemia durante gran parte del año, y de que el fabricante de vehículos eléctricos sigue siendo una empresa marginal en el sector en cuanto a volumen de producción y ventas.
La empresa con sede en la localidad californiana de Fremont, donde también se encuentra su única planta de montaje en Estados Unidos, prevé que cuando termine el año habrá entregado unos 500.000 vehículos. Aunque la cifra es la más alta en la historia de la compañía, es sólo una fracción de lo que producen los principales fabricantes del sector.
El año pasado, el grupo alemán Volkswagen produjo alrededor de 10,8 millones de vehículos, mientras que el grupo japonés Toyota vendió 10,7 millones unidades.
Pero a pesar de las diferencias entre los dos gigantes automovilísticos mundiales y Tesla, el valor de capitalización bursátil la empresa del controvertido Musk se sitúa hoy en 659.400 millones de dólares, mientras que la de VW es 233.300 millones y la de Toyota 352.600 millones.
De esta forma, a 660.000 millones de dólares, Tesla es el fabricante de automóviles más valioso del mundo, a gran distancia de sus principales competidores en el sector.
Para poner en perspectiva esta cifra, Apple, la segunda compañía más valiosa del mundo, sólo por detrás de Saudi Aramco, está valorada en 2,17 billones de dólares, mientras que Microsoft y Amazon están empatadas en 1,6 billones.
Ascenso meteórico en 2020
El crecimiento de Tesla este año ha sido meteórico. El 22 de enero de 2020 la valoración bursátil de la compañía, fundada en 2003 por Elon Musk con otros cuatro empresarios, superó por primera vez los 100.000 millones de dólares cuando el precio de sus acciones se situó en 592,96 dólares.
Hasta ese momento, en algo menos de 10 años, el valor de las acciones de Tesla se había multiplicado casi por 35 (inició su andadura bursátil en julio de 2010 a 17 dólares por acción), a pesar de que la compañía automovilística hasta este año no fue capaz de generar beneficios de forma sostenible.
Dicho de otro modo, a Tesla le costó casi 10 años pasar de 1.700 millones de dólares en capitalización bursátil a 100.000 millones, pero sólo 11 meses aumentar de 100.000 a 660.000 millones.
Vender tecnología, no coches
Aunque muchos analistas siguen perplejos por la rápida ascensión de Tesla en 2020, cuando se estudia el listado de las compañías más valiosas del mundo se puede entender una de las principales razones por las que el fabricante de vehículos eléctricos está donde está y el por qué de la distancia con sus competidores.
Sin contar con Saudi Aramco, tanto Apple como Microsoft y Amazon son empresas del sector tecnológico. Y Musk no está vendiendo coches con Tesla, «está vendiendo tecnología», como señaló el analista financiero y personalidad televisiva de CNBC Jim Cramer.
Y lo que el mercado ha entendido es que la fortaleza de Tesla no es la tecnología de vehículos eléctricos, sino de conducción automática.
«Por eso, esta joven generación está dispuesta a darle dinero. Están diciendo: ‘Es Steve Jobs (el fundador de Apple). Quién sabe que será lo próximo que saque. Quiero una parte de ello’», añadió Cramer.
Y lo que Musk también ha demostrado en los últimos años a sus incondicionales es no sólo que tiene la capacidad visionaria de genios como Jobs, sino que está dispuesto a todo, o casi todo, para ejecutar sus planes.
Hace dos años, cuando las deficiencias de producción del Model 3, el vehículo «para las masas» de Tesla, prácticamente terminaron con la compañía automovilística, Musk decidió dormir en la planta de Fremont para poder solucionar los problemas.
Este año, cuando el Gobierno de California decidió confinar al estado para combatir la propagación de la covid-19, lo que supuso el cierre de la planta de Fremont, Musk desafío a las autoridades políticas y médicas para continuar la producción del Model 3.
Y no sólo mantuvo abierta la planta de montaje, sino que calificó de «fascista» y de «encarcelamiento forzado» la orden de confinamiento y minimizó la importancia del coronavirus, al decir que no era peor que una gripe.
Todo esto, aunque muy polémico, ha permitido que 2020 vaya ser el mejor año de la historia de Tesla. En los tres primeros trimestres del año, la compañía acumula 435 millones de dólares de beneficios netos.
Tras años de dificultades, Musk está tan confiado en el futuro de su compañía, que este mes se permitió incluso admitir que, en el pasado, hasta él pensó que Tesla no sobreviviría.
«En los días más negros del programa del Model 3 contacté con Tim Cook (consejero delegado de Apple) para discutir la posibilidad de que Apple comprase Tesla (por una décima parte de nuestro valor actual). Se negó a aceptar una reunión», confesó Musk en Twitter.