Apenas el 8,5 % de los nuevos autobuses urbanos de España está libre de emisiones, alimentado con batería eléctrica, según un informe facilitado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, Transport & Environment (T&E).
Los datos desvelados hoy por T&E revelan que España ocupa la novena posición de una clasificación europea liderada por Dinamarca, Luxemburgo y Holanda que registran un 78%, 67%, y 66%, respectivamente, de autobuses de nueva adquisición en 2019 de cero emisiones.
En el caso de España, durante el 2019 se matricularon un total de 1.212 nuevos autobuses urbanos de más de ocho toneladas de peso bruto por lo que el 8,5 % de cero emisiones incluye tanto los autobuses eléctricos a batería como de célula de combustible de hidrógeno verde.
Sin embargo, el portavoz de T&E en España, Carlos Bravo ha indicado a EFE que en el caso español «apenas hay de hidrógeno» y tanto el gas como gasoil «mantienen el pulso respecto a los vehículos de cero emisiones».
Italia, Polonia, Alemania, Reino Unido, España y Francia acumulan el 70 % de las adquisiciones de autobuses que se realizaron en Europa, con retraso frente a otros países ya que, en 2019, menos del 10 % de los autobuses nuevos que se matriculó en estos países funcionó con electricidad o hidrógeno.
Así, en Luxemburgo y los Países Bajos, el segmento de autobuses nuevos de cero emisiones es próximo a dos tercios por lo que, según Bravo, el resto de países de la Unión Europea, incluido España, “tiene ahora una gran oportunidad para avanzar si decide incluir los autobuses libres de emisiones en los planes de recuperación tras la crisis de la Covid-19”.
Por ello, el Fondo de Recuperación Europeo post covid-19, de 750.000 millones de euros, constituye «una gran oportunidad de financiación para el despliegue de autobuses eléctricos», insiste el portavoz.
Bravo apunta que «si queremos descarbonizar nuestras ciudades, estos deben pasar a ser de cero emisiones lo antes posible” e invita a España que fabrica grandes cantidades de autobuses eléctricos a “redoblar sus esfuerzos».
Para el portavoz, estos vehículos son «una excelente herramienta de lucha contra la contaminación atmosférica, el cambio climático y la contaminación acústica» e indica que su coste total a lo largo de su vida útil es menor que el de los autobuses diésel.
El portavoz de la federación solicita al Gobierno que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española que se está elaborando en la actualidad, “incluya la financiación para la sustitución de los autobuses de combustibles fósiles por autobuses de cero emisiones”.
Además propone que la Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte Público incluya medidas que favorezcan la rápida sustitución de los autobuses de combustibles fósiles por autobuses de cero emisiones por parte de los ayuntamientos.
La sustitución de autobuses contaminantes por autobuses limpios de cero emisiones es «especialmente importante», apunta Bravo, ya que los ayuntamientos de poblaciones de más de 50.000 habitantes estarán obligados a desplegar Zonas de Bajas Emisiones en sus municipios una vez entre en vigor la Ley de Cambio Climático y Transición Energética tras superar la tramitación parlamentaria.