Opel, perteneciente actualmente al grupo PSA, celebra por estas fechas su primera contribución al aumento de la cuota de vehículos eléctricos hace diez años, en 2011, con el Opel Ampera. Su primer modelo eléctrico de autonomía extendida del cual vendió más de 10.000 unidades desde 2011 hasta 2015, convirtiéndose en ‘Coche del Año en Europa 2012’.
Con el lanzamiento del Ampera, el primer coche eléctrico con autonomía extendida de una marca europea, Opel se convirtió en la marca pionera en el camino hacia la movilidad eléctrica. El revolucionario, elegante y práctico Ampera fue el primer vehículo eléctrico de Europa que permitía movilidad “en cualquier lugar y en cualquier momento”. Cuando inició su comercialización a finales de 2011, el Ampera vino a crear un segmento de vehículos completamente nuevo en el mercado europeo.
El Ampera era una versión adaptada a Europa de su hermano el Chevrolet Volt, desarrollado por General Motors lanzado en Estados Unidos en diciembre de 2010. La familia Volt/Ampera es el vehículo eléctrico de autonomía extendida más vendido en el mundo, con más de 100 000 unidades vendidas hasta octubre de 2015. De hecho las ventas del Volt son lideradas por los Estados Unidos, con 84 656 unidades.
Un gran éxito: el Ampera convenció a los medios, entusiasmó a los clientes y ganó el rally de Montecarlo
El Opel Ampera tuvo una excelente acogida en todos los ámbitos. Más de 5.000 ‘e-pioneros’ se declararon potenciales clientes incluso antes de que saliese a la venta.
Los medios de comunicación quedaron igual de impresionados, y el jurado formado por los principales periodistas internacionales especializados en motor eligió al Opel Ampera, y a su hermano Chevrolet Volt, como ganadores del prestigioso premio Coche del Año en Europa 2012. En la prueba de larga duración iniciada ese mismo año por el club automovilístico alemán ADAC, el Ampera demostró su durabilidad a lo largo de más de 200.000 km en ocho años.
No contento con la popularidad alcanzada y los premios recibidos, el Opel Ampera también se atrevió a demostrar su valía en competición. En 2012, el vehículo eléctrico de autonomía extendida (EREV) de Opel ganó el 13º Rally Internacional de Montecarlo para coches eléctricos y con sistemas de propulsión alternativos. El Ampera ganador lo conducían las leyendas francesas de los rallies Bernard Darniche y Joseph Lambert; otras tres unidades terminaron entre los diez primeros.
El Ampera confirmó a Opel como líder en innovación, convirtiéndose de inmediato en el coche eléctrico más vendido de Europa en 2012, con 6.631 unidades y con una cuota de alrededor del 21,0% entre los turismos eléctricos. Su principal mercado fue Holanda, seguido por Alemania y el Reino Unido. Al final de la producción en 2015, las matriculaciones del Ampera superaron las 10.000 unidades.
Propulsión eléctrica Voltec con autonomía extendida
Las ruedas delanteras del Opel Ampera cuentan con propulsión eléctrica en todo momento. Un paquete de baterías de iones de litio de 16 kWh alimenta a un avanzado sistema de propulsión eléctrica de 111 kW (150 CV) para ofrecer una autonomía 100% eléctrica de entre 40 y 80 km (en función del terreno, el estilo de conducción y la temperatura) con cero emisiones cuando está completamente cargado. De acuerdo a la normativa para medir el consumo de combustible y emisiones de CO2 vigente en su momento, el Ampera arrojaba un consumo medio de 1,2 l/100 km y emitía 27 g/km de CO2 según el ciclo NEDC.
En carretera el sistema de propulsión eléctrico Voltec del Ampera garantiza una respuesta alegre. Su entrega instantánea del par motor, con 370 Nm, le permite acelerar de 0 a 100 km/h en unos nueve segundos y alcanzar una velocidad máxima de 161 km/h. El Ampera ofrece una conducción muy silenciosa cuando se mueve con la energía de la batería y un buen refinamiento incluso en el modo de conducción de autonomía extendida.
Gracias al inteligente y práctico potencial de la autonomía extendida, sus usuarios viajan con la tranquilidad de no quedarse tirados con una batería agotada.
La autonomía de la batería, que permite desplazarse con cero emisiones, es más que suficiente para satisfacer las necesidades diarias de la mayoría de los conductores europeos. Además, gracias a su motor de gasolina, que lo convierte en un eléctrico de autonomía extendida, el Ampera ofrece una autonomía total que supera los 500 kilómetros. Éste se conecta automáticamente para generar electricidad cuando la batería alcanza su nivel mínimo de carga.
El sistema de propulsión eléctrico, emplazado bajo el capó junto al motor de gasolina, consta de un motor eléctrico para la tracción, un motor/generador eléctrico y unos engranajes planetarios que mejoran la eficiencia del conjunto al reducir la velocidad de rotación combinada de los motores eléctricos. A diferencia de un motor y transmisión convencionales, no cuenta con relaciones fijas.
En el modo de autonomía extendida, que se activa siempre que la batería ha alcanzado su nivel mínimo de carga, la fuerza motriz se suministra sin problemas del generador al propulsor eléctrico encargado de la tracción. El generador recibe la fuerza de un motor de gasolina de elevada eficiencia de 1,4 litros con 63 kW (86 CV).
En la mayoría de ocasiones los conductores seleccionan uno de los dos modos de conducción principales: Normal o Sport. El modo ‘Sport’ aumenta la sensibilidad del pedal del acelerador. Existen dos modos de conducción adicionales para situaciones especiales, que son: el modo ‘Mountain’, que garantiza que haya suficiente energía disponible en la batería para una conducción constante en carreteras de montaña, y el ‘Hold-charge’, que conserva el nivel de energía restante de la batería con la activación del motor de gasolina.
El paquete de baterías en forma de T, que pesa 198 kg y tiene una capacidad bruta de 16 kWh, está situado en el túnel central del coche. Está compuesto por 288 celdas de batería de iones de litio, configuradas para obtener un rendimiento y durabilidad óptimos. Utiliza un sistema de gestión térmica por líquido y, en su momento, como primicia en el sector, era el único paquete de baterías producido en serie que podía calentarse o refrigerarse según fuese la necesidad.
Con el Opel Ampera se suministraba un cable de carga de seis metros de longitud convenientemente guardado en el maletero. A través de una toma de corriente de 230V/6 o 10A, los propietarios podían cargar por completo la batería en unas nueve o cinco horas respectivamente, así como programar el tiempo de carga.
Diseño exterior e interior: con un atractivo electrizante
Tan revolucionario como su exclusivo sistema de propulsión eléctrica Voltec lo fue su atractivo diseño. Con un estilo elegante y aerodinámico, en su interior se sustituyeron los mandos e instrumentación convencionales por pantallas táctiles a color de alta definición.
El habitáculo refleja la innovadora naturaleza del sistema de propulsión del Ampera. Dos pantallas interactivas a color de alta definición denotaban el carácter único del coche. La instrumentación bajo la capilla del salpicadero, con una pantalla gráfica configurable, sustituía a la tradicional agrupación de relojes situados frente al conductor.
El habitáculo ofrece todas las características de confort y espacio que se pueden esperar de un moderno compacto; con la flexibilidad de sus cinco puertas, confortable acomodo para cuatro adultos y una capacidad de carga de 310 litros con cuatro plazas y de hasta 1.005 litros con los respaldos de los asientos traseros abatidos.
Divertido de conducir, con un chasis desarrollado para el mercado europeo
El Ampera se conduce como cualquier otro Opel. Desarrollado por los ingenieros de Opel en Rüsselsheim, la puesta a punto de su chasis se perfeccionó para satisfacer las expectativas de los clientes más exigentes.
La suspensión delantera es de tipo McPherson con brazos inferiores de control de aluminio y cojinetes hidráulicos. La suspensión trasera semi-independiente cuenta con un eje compuesto de torsión que combina las ventajas de un eje de torsión convencional con un bajo peso y un constante control de la inclinación de las ruedas.
El avanzado sistema de frenos dual maximiza la energía generada durante la frenada. Permite una gran frenada regenerativa a través del motor eléctrico, que recarga la batería al frenar, y al pisar con mayor fuerza el pedal se activa el sistema de fricción para conseguir una rápida detención.