Renault baraja como una posibilidad fabricar baterías para coches eléctricos por su cuenta en Francia, con socios como LG o Verkor, pero sin implicarse en la iniciativa lanzada por los Gobiernos francés y alemán y que incluye a otros fabricantes automovilísticos europeos.

Fuentes de Renault confirmaron que esa es una de las opciones en la que trabajan, aunque insistieron en que «no hay nada firmado», en que la decisión no está tomada y en que no se ha excluido el proyecto apadrinado por París y Berlín.

Reaccionaban así a una información del diario económico Les Echos, según la cual Renault se decanta por una asociación con LG y Verkor en detrimento de una participación en el consorcio Automotive Cells Company (ACC) creado en septiembre por Saft, filial de la petrolera Total, y el constructor PSA, ahora Stellantis tras su fusión con Fiat-Chrysler.

Eso pese a que el presidente francés, Emmanuel Macron, había indicado en mayo que el grupo del rombo, en el que el Estado francés es el accionista de referencia, igual que Nissan, participaría en ese consorcio.

Este apoyo de los Gobiernos de Alemania y Francia al consorcio ACC busca que la movilidad eléctrica europea no dependa de baterías que actualmente se importan abrumadoramente de Asia.

El nuevo consejero delegado, Luca de Meo, y el presidente, Jean-Dominique Senard, habían dado algunos detalles la semana pasada de sus planes para constituir el llamado «Electro Pôle», un complejo dedicado al vehículo eléctrico en el norte de Francia en torno a sus plantas de Maubeuge y Douai, que podría incluir un centro de fabricación de baterías.