Homogeneizar los requisitos y los criterios sobre el transporte de reparto urbano en las zonas de bajas emisiones de los distintos municipios de España es fundamental para que las empresas del sector renueven sus flotas por vehículos eléctricos, según el estudio «La energía eléctrica en el transporte de mercancías».

El informe, realizado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc y patrocinado por la Asociación empresarial para el desarrollo e impulso del vehículo eléctrico Aedive, recaba la opinión de 40 empresas líderes de toda la cadena del transporte de mercancías.

De acuerdo con el informe, el 65 % de las empresas estarían dispuestas a adquirir vehículos eléctricos.

El 32 % lo tiene claro, mientras que el 33 % lo estudiaría si se armonizase la legislación en los municipios que ya cuentan con esas zonas de bajas emisiones y en los 149 municipios de más de 50.000 habitantes que deberán disponer de ellas antes de 2023, según establece la Ley de cambio climático.

También ayudaría una mayor autonomía y un plazo «razonable» de carga, así como contar con una red de recarga «amplia y rápida (supercargadores)», un aumento de la capacidad de carga de los vehículos y una ponderación del peso de las baterías en el peso máximo autorizado o ayudas al sector.

Para el 65 % de los encuestados la energía eléctrica será la que se impondrá en la distribución urbana de mercancías, frente a un 15 % que apuesta por el hidrógeno, mientras que un 20 % tiene dudas.

El 85 % tiene subcontratado el transporte de sus mercancías, mayoritariamente a pymes y autónomos, de los que el 100 % tiene vehículos diésel en su flota.

En el 54 % de las empresas de distribución urbana se usa gas natural, pero su peso es inferior al 5 % en la mitad de ellas y en el 28 % no supera el 10 %.

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Si se analiza el peso del eléctrico, el 26 % de las empresas afirma disponer de ellos, pero en el 70 % de ellas son menos del 5 % de la flota (en sectores como la paquetería sube hasta el 25-50 %).

Mayor cuota tienen los híbridos (están presentes en el 20 % de las empresas), superior al 10 % en el 81 % de ellas.

En el caso del transporte de larga distancia, el 44 % de las empresas encuestadas afirma disponer de gas natural como energía alternativa, aunque no supone más del 10 % de su flota.

Para Aecoc y Aedive, si se quiere lograr mayor presencia de vehículos eléctricos en las calles y las carreteras para el transporte de mercancías es «urgente» y necesario un plan de incentivos «ambicioso», así como un marco legislativo y fiscal adecuado orientado a hacer atractivo el precio de adquisición de los vehículos cero emisiones.

También que la solicitud de las ayudas estatales para comerciales ligeros eléctricos sea sencilla en su tramitación y no estén sujetas al precio del vehículo, ni al número de unidades compradas.

Asimismo, debe haber un mayor despliegue de la infraestructura de recarga, las ciudades deben favorecer las zonas de carga y descarga para eléctricos con una flexibilidad horaria mayor y la regulación y los incentivos también deben centrarse en los vehículos de movilidad personal como los patinetes, que empiezan a integrarse como soluciones para el reparto de la última milla.