Las ventas de automóviles eléctricos se dispararon un 41 % a nivel global en 2020 pese a la caída del sector a causa de la pandemia y Europa superó a China como primer mercado, anunció este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

En su informe anual sobre el mercado global de los vehículos eléctricos, la AIE avanzó que, si los Gobiernos ponen en marcha las medidas adecuadas de apoyo, para 2030 podría haber hasta 230 millones de autos eléctricos rodando en el mundo (un 12 % del total), frente a la cifra de 145 millones que apunta el ritmo actual (7 % del parque).

La cifra de 230 millones de vehículos eléctricos se considera la mínima necesaria para cumplir los objetivos de los Acuerdos de París contra el cambio climático.

La agencia destaca también el fuerte impulso de las ventas y pedidos de camionetas, camiones y autobuses eléctricos en todo el mundo durante 2020.

A finales del año pasado, había en todo el mundo algo más de diez millones de automóviles eléctricos, Los vehículos eléctricos en servicio impidieron que el año pasado se emitieran unos 50 millones de toneladas de CO2.

«Aunque no pueden hacerlo por sí solos, los vehículos eléctricos tienen una papel indispensable para que todo el mundo alcance la neutralidad de carbono», señala en el informe el director general de la agencia, Fatih Birol.

Las ventas globales de automóviles cayeron el año pasado un 16 % debido a la crisis y los confinamientos causados por la pandemia, pero las de eléctricos se dispararon un 41 % hasta algo más de 3 millones de unidades.

El empuje se mantiene en 2021

Además, esta tendencia se ha subrayado en el primer trimestre de 2021, en el que las ventas aumentaron un 140 % respecto al mismo período del año pasado y superaron el millón de automóviles.

«Los vehículos eléctricos han tenido un crecimiento extraordinario en los últimos años», resumió Jacopo Tattini, el principal autor del informe, en una presentación a periodistas.

Los consumidores gastaron el año pasado 120.000 millones de dólares en la compra de coches eléctricos, un 50 % más que en 2019, y los incentivos gubernamentales (en forma de descuentos directos o beneficios fiscales) alcanzaron 14.000 millones de dólares.

La proporción de incentivos oficiales respecto al coste de compra está bajando progresivamente y en 2020 fue un 11,7 % del total, desde el 20 % de 2015.

El documento contabiliza como vehículos eléctricos a los movidos por corriente tomada de la red pública (los exclusivamente por baterías y a los híbridos enchufables), por lo que no incluye a los híbridos autorrecargables ni a los impulsados por pila de combustible alimentada por hidrógeno.

Por áreas geográficas, el fuerte empuje de 2020 se debió sobre todo a Europa, donde las ventas de eléctricos alcanzaron 1,4 millones de unidades y superaron por primera vez a China (1,2 millones), tradicional líder de este mercado, y a EE.UU. (295.000).

El aumento de las ventas también estuvo impulsado por el fuerte incremento de la oferta: Los fabricantes a finales de 2020 ofrecían 370 modelos eléctricos, lo que supone un incremento anual del 40 %.

También suben motos, camiones y autobuses eléctricos

La AIE destacó también el importante impulso de las ventas de motocicletas, camionetas, camiones y autobuses eléctricos, aunque recuerda que casi todas las ventas en esos mercados se centran en China.

Por ejemplo, el año pasado se vendieron 25 millones de ciclomotores eléctricos, un sector de «gran progreso», según Tattini, mientras que uno de cada siete autobuses matriculados tenía ya ese tipo de propulsión.

De cara a los próximos años, la AIE urge a que los Gobiernos sigan apoyando al sector, no solo con apoyo económico, sino con la continuación del desarrollo de las redes de recarga rápida (1,3 millones de nuevos puntos de acceso público en todo el mundo).

Pide también que se pongan en marcha políticas para promover el desarrollo a gran escala de vehículos de carga media y pesada de cero emisiones, incluyendo la necesaria infraestructura de recarga rápida.

Otra cuestión clave es el marco legal: para finales de 2020, más de 20 países han anunciado medidas como la prohibición de comercializar de autos de combustión interna a partir de fechas determinadas o la obligación de que las ventas de vehículos eléctricos alcancen una proporción concreta del mercado.

Finalmente, es necesario que la generación de electricidad reduzca progresivamente el uso de combustibles fósiles, recalca la AIE.

Por ahora, el precio de compra de un automóvil eléctrico es más caro que el de uno convencional debido al coste de la batería, pero «los avances en tecnología de baterías y en la fabricación masiva continuarán reduciendo el coste de los eléctricos», recalca el informe.

A ese ritmo, «para 2030 habrá una paridad de precio entre los automóviles eléctricos y los de combustión interna», aunque el coste por kilómetro será inferior en los eléctricos «mucho antes», recalcó Tattini.