Las entregas en las grandes ciudades son uno de los factore claves que podrían influir en la expansión de los vehículos comerciales eléctricos. El reparto en ciudades con zonas restringidas está impulsando a los fabricantes de vehículos a plantear soluciones inmediatas.
El Renault EZ-FLEX que acaba de presentar la firma francesa está concebido precisamente en esa dirección. Un concepto de vehículo comercial experimental, eléctrico y conectado, compacto y ágil. Más que un vehículo, es una auténtica herramienta de trabajo.
Propone unas dimensiones reducidas comparadas con su volumen útil: longitud (3,86m) y una anchura de (1,65m) reducidos, con una gran altura (1,88m) que permite, no obstante, el acceso a los parkings —el límite de altura en los parkings convencionales es 2m—. Dispone de una capacidad de carga de 3m3 —la misma de un Renault Kangoo con unas dimensiones bastante inferiores— gracias a un cockpit compacto. Además, ofrece un radio de giro de 4,5 m que le permite una excelente maniobrabilidad en las calles del centro de las ciudades.
La firma del rombo ha concebido el EZ-FLEX para responder a las necesidades del repartidor: amplio acceso al puesto de conducción para facilitar las entradas y salidas, tablero de bordo legible y central que permite una lectura simple y rápida a las informaciones de conducción, visibilidad sobre los peatones y el entorno urbano simple y eficaz. La carga trasera se ha optimizado gracias a una altura de carga ergonómica (760mm desde el piso) y mecanismos de apertura que permiten acceder a toda la superficie de carga de forma sencilla.
El vehículo ha sido concebido también para permitir una gran diversidad de módulos traseros. Dichos módulos son flexibles para responder a las diferentes necesidades de los profesionales a los que se va a prestar. El EZ-FLEX podrá acceder al centro de las ciudades, ofreciendo una autonomía de 100km, adaptada a las necesidades de las entregas urbanas (la media kilométrica de las entregas urbanas es de 50 km al día).
Experiencia colaborativa
Una decena de Renault EZ-FLEX será prestada en Europa a varios profesionales, empresas, ciudades o comunidades. Este experimento durará aproximadamente dos años.
Este vehículo está equipado con sensores que le permiten comprender mejor los usos, enriquecidos por el retorno de los profesionales durante la experimentación. Gracias a ese retorno, diferente información podrá ser recopilada: geolocalización, kilometraje, autonomía, apertura de las puertas, velocidad, paradas. etc. Esta información será rápidamente remontada a través de la conectividad del vehículo en tiempo real o una vez al día, con el objetivo de comprender la realidad de los usos en el día a día.
El análisis de la información, enriquecida por el retorno de los profesionales, va a permitir a Renault concebir unos vehículos mejor adaptados a las evoluciones de la logística urbana. El objetivo es probar un vehículo y sus servicios, en condiciones reales, junto con los actores del ecosistema, para tener una mejor visión común de la movilidad urbana de mercancías.
Con esta experimentación, Renault da otro paso para preparar y concebir las innovaciones del mañana. Este enfoque ágil, que supone un gran avance en el mundo de la automoción, es muy similar a las prácticas de otros sectores como el del “gaming”.