Adif ha empezado el proceso para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, que los promotores interesados podrán colocar en 400 estaciones de tren de vías electrificadas, con el que se impulsa la expansión del radio de acción de estos coches fuera de las áreas metropolitanas.

El proyecto, bajo la marca Ferrolinera, registrada por Adif, comenzará con una fase de solicitud de viabilidad técnica por parte de los interesados, que el gestor de infraestructuras analizará, y tras el que se abrirá el proceso de licitación de espacios y la comercialización de puntos de recarga eléctrica.

Gracias a un proyecto de I+D+i, Adif podrá aprovechar los más de 9.700 kilómetros de líneas electrificadas y la propia red de estaciones con un modelo que permite la captación de energía eléctrica en alta tensión del sistema eléctrico ferroviario y su transformación a baja tensión, sin afectar al tráfico de trenes.

A estas conexiones para crear puntos de recarga se unen las que se pueden hacer desde las subestaciones eléctricas de tracción de la red ferroviaria, permitiendo crear igualmente puntos de recarga eléctrica.

Los promotores interesados deberán instalar en la estación correspondiente al menos un punto de recarga rápida con dos conectores para que se pueden enchufar a la vez dos vehículos eléctricos.

La duración de la explotación de estos puntos tendrá un plazo de once años a contar desde la fecha de la firma del contrato, teniendo en cuenta que se contempla un periodo de alrededor de un año para las obras de adecuación de espacios e instalaciones. El plazo podrá prorrogarse, previa solicitud, por otros 5,5 años.

El adjudicatario asumirá los costes de adaptación de las instalaciones e infraestructuras necesarias para conseguir el suministro de la energía eléctrica con la potencia acordada, que podrá oscilar entre un mínimo de 100 kw y un máximo de 500 kw, en función de las circunstancias técnicas analizadas en cada estación.

Esta potencia permitirá a los promotores de los puntos de recarga ofrecer un mix comercial por tipo de recarga (rápida o super-rápida).

Adf explica que con este proyecto trata de contribuir al desarrollo de la electromovilidad en España, donde a cierre de 2018 había 5.200 puntos de recarga, con una penetración inferior a la media de la UE (4,9 frente a 28,3 puntos de recarga rápida por cada 100 km de carretera), y el 40% concentrado en cuatro provincias.

Busca también reforzar su marca para situarla en otros mercados optimizando el aprovechamiento de sus recursos y obtener así nuevos ingresos, aumentar la rentabilidad de las distintas áreas de negocio y fomentar la coordinación y las sinergias. EFE