La ciudad condal prohíbe la mayoría de los vehículos contaminantes en un área veinte veces más grande que la zona restringida de Madrid, que también arranca el año con cambios en el área de restricción al tráfico.
La mayor zona de bajas emisiones en el sur de Europa se abre en Barcelona el día de año nuevo, prohibiendo que los vehículos más contaminantes ingresen a un área urbana, incluida la ciudad y algunas ciudades satélites.
Los automóviles a gasolina comprados antes del año 2000 y los motores diesel anteriores al 2006 se enfrentarán una multa de 100 a 500€ cada vez que ingresen a la zona. Se aplicará una moratoria durante los primeros tres meses, durante los cuales los infractores recibirán una notificación de la infracción pero no serán multados.
A diferencia de una zona similar en el centro de Madrid, la prohibición de Barcelona cubre toda el área metropolitana. En la zona de Madrid, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO² ) se redujo en 48% en un año. Ambas ciudades frecuentemente exceden los niveles de la Organización Mundial de la Salud para NO² y otros contaminantes.
La zona de Barcelona cubre 95 kilómetros cuadrados, veinte veces mayor que la de Madrid, y abarca cuatro ciudades satélites además del área de la ciudad. Será monitoreado por 150 cámaras.
Janet Sanz, vicealcalde a cargo de movilidad, dijo que Barcelona esperaba reducir la cantidad de autos en la ciudad en 125,000 en tres años, y la contaminación del aire en un 20% en cuatro. Según Sanz, si no se cumplieran estos objetivos, Barcelona consideraría introducir una tarifa de congestión al estilo de Londres para todos los vehículos que ingresen a la ciudad.
La zona de bajas emisiones está diseñada para complementar el llamado esquema de superbloques de la ciudad , en el que las áreas compuestas por nueve bloques de la ciudad están cerradas a través del tráfico y parcialmente peatonales.
Estas medidas ya han recibido críticas, que argumentan que afectará a las empresas y obligará a las personas a comprar vehículos más nuevos y limpios. Sanz lo niega, alegando que alentará a las personas a utilizar el excelente sistema de transporte público de la ciudad.
Con este fin, la autoridad de transporte ha introducido nuevas tarifas, incluida una tarjeta de viaje que ofrece viajes ilimitados en transporte público dentro del área metropolitana por 40€ al mes.
Otra de las medidas compensatorias es una moratoria de un año para los propietarios de vehículos no permitidos siempre que puedan demostrar que ganan menos de 8.000€ al año, y para los vehículos de entrega. Todos los vehículos prohibidos podrán ingresar a la ciudad como máximo diez veces al año.
Nuevas medidas también en Madrid
Las nuevas medidas que entraron ayer en vigor en Madrid para los vehículos que carecen de distintivo ambiental —gasolina anteriores a 2000 y diésel previos a 2006— prohíben acceder al área de Madrid Central incluso con invitación y a quienes disponen de plaza de garaje.
Tampoco entrarán los vehículos de carga de hasta 3.500 kilogramos de masa autorizada más viejos y contaminantes y se salvan los turismos de los establecimientos de comercio, restauración y hostelería, aquéllos que trabajen en Madrid Central de madrugada y los que acceden a talleres de reparación.
2020 no supone sólo el estreno de más limitaciones en Madrid, como preveía el anterior consistorio, también nuevas excepciones, como la libre circulación por dos calles para permitir un giro que evite los problemas de atasco.
Los planes puestos en marcha por Madrid y Barcelona coinciden con episodios de contaminación en numerosos puntos de España, debido a la persistencia de un anticiclón, espesas nieblas en el interior peninsular y la ausencia de viento, que han obligado a activar protocolos temporales en ciudades como Gijón (Asturias), Valladolid o Murcia.