La marca checa Škoda progresa en la tecnología para su futura gama de eléctricos, con una nueva propuesta de carga móvil bautizada como E-Mona, en principio concebida para el uso por empresas y plataformas de coche compartido.

E-Mona consiste en un servicio gestionado a través de una app en la que el propietario de un vehículo eléctrico solicita un cargador portátil, independientemente del lugar donde se encuentre; ingresando su ubicación, al momento se le mostrará la hora de llegada de dicho cargador.

E-mona es una caja instalada sobre un triciclo y cuenta con doce baterías GeenPack, con una capacidad de 1.4 kWh cada una, en total 16.8 kWh. Gracias a ellas, se necesitan cuatro horas para lograr hasta el 80% de la carga de la batería del coche eléctrico o híbrido enchufable. Además, E-mona incluye una toma Tipo 2 y una serie de adaptadores para cualquiera que sea la toma del vehículo.

Actualmente el servicio está en fase de pruebas en la ciudad de Praga, en la República Checa, y es exclusivo para dueños de vehículos de uso compartido. En un futuro, Škoda tiene pensado ampliar el servicio a propietarios particulares.