Las altas emisiones contaminantes de las furgonetas nuevas no se han reducido en los últimos tres años porque los objetivos de CO2 de la Unión Europea «han resultado ser poco ambiciosos», según un estudio de Transport & Environment.
Los datos analizados por T&E muestran, a su juicio, que la normativa comunitaria sobre emisiones de CO2 es «tan poco exigente» que la mayoría de los fabricantes de furgonetas consiguen cumplirla «sin vender un solo vehículo de cero emisiones».
Según Transport & Environment, dado el incremento que se ha producido en las entregas de mercancías a domicilio, las furgonetas representan ya la fuente de emisiones de CO2 con un crecimiento más rápido dentro del transporte por carretera.
James Nix, responsable de transporte de mercancías por carretera de T&E, ha afirmado que la combinación de ventas crecientes de furgonetas y las altas emisiones de este tipo de vehículos «han creado una especie de cóctel explosivo».
«La normativa sobre reducciones de CO2 de las furgonetas de la UE que entró en vigor a principios de 2020 debían garantizar que las furgonetas fueran más limpias, pero los fabricantes han tenido que hacer muy poco para cumplirlas», ha subrayado.