Promover unos objetivos de ecodiseño, reutilización y reciclado más ambiciosos son algunas de las claves ofrecidas por empresas e instituciones para hacer de la economía circular una palanca de recuperación sostenible en la “década de la acción”.

Así lo han explicado los representantes del sector público y privado que han participado esta semana en la cuarta edición del encuentro empresarial Circular Economy Business Forum, organizado por Forética, que ha analizado las principales fortalezas y desafíos a nivel empresarial en este ámbito.

Pacto Verde Europeo

La jornada ha arrancado con la intervención de la líder del equipo de economía circular de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, María Rincón Liévana, que ha resumido las políticas del Pacto Verde Europeo, “una hoja de ruta industrial y medioambiental para desarrollar un modelo económico sostenible”.

Este plan, “centrado en los productos”, pone el foco en cómo hacerlos “más sostenibles” a través de tres ejes: “el ecodiseño, el empoderamiento de los consumidores para que elijan productos sostenibles y el impulso de prácticas a nivel industrial que mejoren los procesos productivos en términos de agua y residuos”.

Este enfoque “asegurará un mejor reciclaje y ampliará los mercados para materias primas recicladas”.

Rincón ha señalado que “Europa va a aumentar el uso de materiales reciclados”, una transformación “ambiciosa” que permitirá alcanzar un modelo económico que desvincule el desarrollo industrial con “el uso de recursos naturales y materias primas vírgenes”.

Economía circular en España

Al analizar los avances del sector público español en la transición de una “economía lineal a otra circular”, el director general de Calidad y Evaluación ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), Ismael Aznar, ha dicho que se va “con cierto retraso”, pero que su departamento trabaja “con ambición” para alcanzar los objetivos de sostenibilidad para 2030.

Aznar ha destacado que “hay que fomentar la circularidad desde el diseño y la producción” mediante el impulso de la participación social del consumo sostenible, la recuperación de materiales para nuevos procesos productivos y la reutilización del agua.

Fiscalidad ambiental

Ha recordado que la futura ley de residuos y suelos contaminados “será fundamental para la economía circular”, cuyos principales objetivos son “reducir la generación, ampliar la responsabilidad de los productores” e incluir “figuras tributarias de fiscalidad ambiental”.

Nuestra fiscalidad ambiental es baja comparada con los países de Europa“, ha indicado, por lo que la inclusión de “una figura que grave el contenido de plástico virgen de los nuevos productos” y otra que afecte al “depósito en vertederos” será clave para “homogeneizar un modelo para toda España”.

Sector privado

Por su parte, representantes de las empresas que forman parte del Grupo de Acción en Economía Circular han debatido sobre los retos que afronta el sector privado para mejorar la gobernanza circular, acelerar la transformación hacia una economía más sostenible y forjar alianzas para lograrla.

La responsable de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y sostenibilidad de Ecoembes, Beatriz Aylagas, ha subrayado que este cambio a la economía circular pasa por establecer una “gobernanza robusta” que esté enfocada a “objetivos específicos” que “profundicen el concepto de circularidad a nivel de las comunidades autónomas” y que “fomente la colaboración público-privada”.

La economía circular debe ser intersectorial”, ha planteado la responsable corporativa de Medio Ambiente de Naturgy, Nieves Cifuentes, que ha lamentado que el actual enfoque de economía circular “no incluye a la energía, sólo a los materiales”, por lo que su sector (gas) carece de incentivos para afrontar la transición.

Una falta de incentivos que también ha señalado el director de sostenibilidad de P&G, Elio Estévez, porque los nuevos instrumentos de fiscalidad ambiental “estimulan el uso de materiales alternativos para fomentar la reutilización”, pero “el reto pasa por hacer productos sostenibles que no resulten más caros para el consumidor”, por lo que ha reclamado una “guía de ecodiseño para la industria”.