El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una normativa pionera que ordena la implantación de electrolineras -estaciones de suministro eléctrico para vehículos- y de los puntos y estaciones de recarga e intercambio de baterías, con lo que la capital catalana se ha convertido en la primera ciudad española que regula la implantación de electrolineras.

Según esta normativa, en Barcelona podrá haber más de 660 instalaciones -seis veces más que la oferta actual- para activar y potenciar el desarrollo de la infraestructura necesaria para fomentar la transición energética hacia una movilidad que priorice el vehículo eléctrico.

Las nuevas instalaciones se ubicarán básicamente en los aparcamientos de rotación y de acceso público que ya hay distribuidos por toda la ciudad, y en el entorno de las rondas y los polígonos industriales.