Nuestro país cuenta con casi 5.000 puntos públicos de recarga para coches eléctricos que se distribuyen principalmente por polos económicos como Madrid, País Vasco y Cataluña y zonas turísticas como Canarias, Costa del Sol y Baleares, según un informe de la empresa de Geotab, especializada en soluciones de gestión de flotas.

De acuerdo con el estudio, la escasez de puntos de recarga es una de las principales barreras para el 44 % de los gestores de flotas a la hora de plantearse la adquisición de vehículos de cero emisiones.

Este informe, que incluye una guía visual sobre la situación de los puntos de recarga de uso público para vehículos eléctricos en las principales ciudades españolaa, revela que los polos económicos como Madrid, Cataluña y País Vasco y los turísticos como los archipiélagos y la Costa de Sol están a la cabeza en la carrera por la electrificación de vehículos. De hecho, Barcelona es la ciudad con la infraestructura más numerosa y sus 206 puntos de recarga públicos registrados —obtenidos a partir de la empresa de movilidad electromaps— se reparten a razón de 2,10 puntos por cada Km² de la localidad.

Los gráficos también refleja que otras grandes ciudades españolas son más eficientes en cuanto a la distribución de sus puntos, ya que están repartidos de manera más amplia al tener estos municipios mayor extensión que la capital catalana. De esta manera, los 186 puntos de Madrid distribuidos en sus 604,3 km² hacen que haya 0,31 puntos por km², pero la menor densidad de población de Madrid (5.303 habitantes por km² frente a los 16.503 habitantes por km² de Barcelona) implica que cada uno de los puntos de recarga debería atender teóricamente a menos población.

Barcelona es la capital con más puntos públicos de recarga eléctrica, pero Madrid cuenta con más de 13.000 vehículos matriculados bajo la etiqueta de 0 emisiones, más que el resto de provincias juntas

Por otro lado, estas cifras están generalmente correlacionadas con el parque móvil de vehículos eléctricos presentes en la provincia. Así, por ejemplo, Barcelona es la segunda provincia con mayor número de vehículos matriculados con etiqueta de 0 emisiones (3.693), según los datos de matriculaciones de la Dirección General de Tráfico, aunque Madrid es la primera con amplia diferencia, hasta el punto de que tiene más vehículos con esta etiqueta (13.343) que el resto de provincias españolas juntas.

Existen varios motivos que explican estas grandes cifras en Madrid. Uno de ellos ha sido la implementación, mientras ha estado en pleno vigor la iniciativa, de medidas restrictivas a la circulación y estacionamiento que afectan a todos los vehículos que no son de bajas emisiones (etiquetas 0 y ECO) en el área de Madrid Central.

El otro motivo es una apuesta cada vez más decidida por parte de las flotas, tanto de las que prestan servicios dentro de las empresas como de las numerosas compañías de movilidad urbana. En este sentido, como ya reflejó el estudio de Geotab junto con la Asociación Española de Gestores de Flotas y Movilidad (AEGFA): los vehículos eléctricos podrían constituir el 67% de las flotas antes de 10 años. Pero al mismo tiempo, precisamente muchos gestores de flotas (44%) sostienen que la falta de infraestructura de recarga es una de las principales barreras para su adquisición. Aunque estas barreras disminuirán a medida que aumente la infraestructura y las previsiones son optimistas: Red Eléctrica de España (REE) y la Federación Española de Municipios (FEMP) firmaron un convenio para establecer 90.000 puntos de recarga en 5 años.

Iván Lequerica, director para la región europea del Mediterráneo en Geotab, comenta: «las ventas cada vez mayores de vehículos con etiqueta 0 reflejan que tanto los conductores particulares como las empresas son conscientes de los grandes beneficios de la movilidad eléctrica, en términos de ahorro, eficiencia e impacto en el medio ambiente. Paralelamente, los datos como los que mostramos en esta infografía reflejan que las ciudades españolas están avanzando en la implantación de puntos de recarga para estos vehículos, pero queda todavía trabajo por hacer. Por eso creemos que un mayor número de estos puntos ayudará a que los conductores den el paso definitivo hacia la movilidad eléctrica. Además, este es un motivo que los particulares comparten con las flotas, cuyos gestores sostienen que la falta de infraestructura actual es una de las barreras para que su empresa apueste finalmente por esta tecnología”.