Las ayudas del Gobierno de España a la compra de vehículos eléctricos, híbridos y alternativos están cada vez más cerca. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente de Transición Ecológica, ya ha enviado a los ministerios competentes para su aprobación definitiva el borrador de la orden de bases reguladoras del Plan VEA 2019.

Tal y como informábamos en nuestro reportaje sobre estas ayudas, la dotación y vehículos destinatarios de estas ayudas están aún por definir. En cualquier caso ya se empiezan a filtrar datos como los que se han conocido a través El Confidencial. Según ha publicado este diario, las ayudas podrían tener como principal novedad la eliminación de subvenciones a turismos propulsados por las distintas versiones de gas (GNC, GLP o bifuel). De esta manera, el grueso de las ayudas iría destinado a incentivar únicamente vehículos eléctricos en sus diferentes modalidades de cero emisiones y ECO.

También se ha sabido que, que a diferencia de ayudas anteriores, estas se darían a través de las comunidades autónomas, que se encargarían de encauzar las subvenciones para optimizar las necesidades de cada región.

Expectativa y realidad

Hasta no hace mucho los vehículos de gas tenían todas las papeletas para convertirse en otro protagonista de la movilidad sostenible. Firmas como Opel, FIAT y, sobre todo, Seat con su gama de vehículos TGI estaban apostando por promocionar sus nuevos híbridos de gasolina y gas. De hecho, este último ha elegido nuestro país como cuartel general para el desarrollo de vehículos a gas. Hasta el punto que en sus planes estaba la posibilidad de multiplicar por diez las ventas de coches alimentados por este combustible, para que lleguen a representar en 2025 el 50% total de sus ventas.

Pero la ecología de los modelos a gas está cada vez más cuestionada. Según un informe de Transport and Environment (T&E)  «los vehículos y buques a gas tienen un rendimiento similar al de los vehículos y buques que utilizan combustibles fósiles y no se aprecian beneficios climáticos considerables, en comparación con los combustibles fósiles derivados del petróleo». La red europea T&E, de la que forman parte Ecologistas en Acción, Eco-Unión y PTP, ha advertido que el uso de gas natural en el transporte no soluciona el cambio climático ni el problema de la contaminación del aire en las ciudades.

En Europa, este tipo de combustible goza de una ventaja fiscal general con tasas que se sitúan en un 76% por debajo de las del diésel, siendo Italia quien encabeza su consumo con un 60% del total utilizado en el transporte europeo, representando además el 68% de las ventas de automóviles de GNC.